viernes, enero 04, 2008

La crítica de arte, la intuición y la objetividad

POR MARIO ROSALDO



A pesar de que hoy día la crítica de arte, incluida en ella la crítica de arquitectura, aborda los temas o problemas con un mayor número de recursos que hace un siglo, las viejas tendencias siguen fluyendo y atrayendo adeptos. Así tenemos que en las nuevas generaciones se hacen presentes las variadas formas del positivismo, el pragmatismo y, en general, el llamado irracionalismo. Corrientes todas resultantes de los debates originalmente escolásticos, entre racionalistas, empiristas y metafísicos. Muy a menudo, hoy día, algunos críticos oponen la intuición al razonamiento como único medio o método para determinar la historia del arte o para captar o vislumbrar cualquier fenómeno. No aceptan de ningún modo que sea posible un examen razonado del fenómeno humano. Con la misma frecuencia, otros críticos adoptan la posición totalmente contraria. Son los cientificistas para los que nada es más válido que un método de las ciencias naturales, o de las ciencias sociales, aplicado al estudio del arte, o, en nuestro particular caso, de la arquitectura. Por supuesto que también hallamos a los críticos eclécticos y a los relativistas, a los improvisados y los oportunistas, para no mencionar a los aficionados o diletantes.